Triangle of Sadness | Review | Reseña

in Movies & TV Shows3 months ago

PORTADA-1-m.jpg



El triángulo de la tristeza es esa parte del entrecejo en el que las arrugas van marcando las huellas del paso del tiempo. Para algunos es incómodo tenerlas y hasta motivo de vergüenza, por lo que echan mano a la cirugía estética de nuestro tiempo para deshacerse de ellas.

Triángulo, tristeza y vergüenza son ideas presentes en la nueva película “Triangle of Sadness” (2022), del director sueco Ruben Östlund. Con este film obtuvo su segunda Palma de Oro en el Festival de Cannes, un mérito que muy pocos directores tienen en su haber.

La película está estructurada en tres partes, y bien pudiésemos decir que es una comedia dramática, donde una ironía muy corrosiva atraviesa todo el relato.

En la primera parte nos presentan a Yaya (Charlbi Dean) y a Carl (Harris Dickinson), dos jóvenes y talentosos modelos de prestigiosas agencias internacionales. Ambos mantienen una relación un poco conflictiva por sus diferentes perspectivas de cómo debe ser la pareja.

Carl espera que tengan una relación igualitaria en la que ambos compartan equitativamente cuestiones tan cotidianas como los gastos comunes; en el fondo se siente en desventaja porque la profesión de modelo es la única donde los ingresos de las mujeres superan por mucho al de los hombres, pero además, Yaya es una gran influencer que siempre está presente en las pequeñas pantallas.

imagen2-550.jpg

Yaya tiene una visión más conservadora, piensa que al hombre le toca cuidarla y auxiliarla, sobre todo si hay planes de tener hijos. Espera que en algún momento pueda conseguir un hombre dispuesto a hacerse cargo de ella mientras se dedica a criar los niños.

Ya en esta primera parte comenzamos a ser testigos del carácter provocador, crítico y satírico de la película. Los modelos masculinos tienen que aceptar pacientemente el maltrato y el capricho de sus jefes. Los desfiles de moda se hacen con el telón de fondo de clichés y consignas propias de nuestro tiempo: “Todos somos iguales…” “Actúa ahora…” “Ama ahora…”

Mientras la joven pareja de modelos discute sobre el rumbo de su relación un fundido a negro nos lleva a la segunda parte, “El yate”.

Yaya y Carl han resultado ganadores de un boleto para un exclusivo crucero donde coinciden varios millonarios.

El barco es gigantesco y sin embargo la cámara siempre nos mostrará muy pocas personas: una pareja de ancianos dueños de una empresa fabricadora de armas que recuerdan con nostalgia los tiempos felices en que nadie se ocupaba de establecer regulaciones, eran tiempos donde solo importaba la eficiencia de la mercancía, que las armas dieran muestras de su letalidad. Esta pareja se queja que ahora las regulaciones limitan el desarrollo de armas con mayor poder destructivo.

Viajan también en el crucero una familia rusa en la que su jefe Dimitri (Zlatko Burić), no tiene problemas en declarar a los cuatro vientos que es el rey de la “mierda”, ya que se ha hecho millonario con el negocio de los fertilizantes. Él es uno de los nuevos ricos surgidos luego de la disolución del socialismo. La esposa de Dimitri tiene tanta conciencia del poder que le brinda su posición que no tiene escrúpulos para dar rienda suelta a sus caprichos, los que son complacidos por la tripulación del crucero.

Otro personaje es un americano que ha hecho su fortuna en negocios ligados a la tecnología.

Todo este grupo navega en un barco donde nunca se ve a su alcohólico capitán (Woody Harrelson). La mayoría de las decisiones las toma su primer oficial y sobre todo Paula (Vicki Berlin), una especie de encargada de la seguridad del barco.

La única aparición del capitán es en la cena de bienvenida, en medio de una fuerte tormenta que descompone el estómago de los viajeros.

imagen3-550.jpg

Las escenas que muestran a los pasajeros vomitando se repetirán durante muchos minutos del metraje. Algunos han opinado que estas secuencias son excesivas y que el director acudió a ellas como un recurso barato para contrariar a los espectadores. A mí no me parecieron fuera de lugar.

Pero mientras la tripulación se dedica a lidiar con el desastre que causan los pasajeros en ese angustiante trance, Dimitri y el capitán se enfrascan en una especie de contrapunteo donde van dejando caer citas de autores defensores y detractores del capitalismo.

Esta discusión la escuchan todos los que van en el barco porque Dimitri para divertirse ha dejado abierto el micrófono de la comunicación interna.

A las nuevas generaciones quizá le resulte novedoso el tono manualesco, panfletario y dogmático de esa conversación. Pero a mí me resulto muy conocido y me recordó las tantas veces que he escuchado discursos similares.

Una vez terminada la tormenta una banda de piratas ataca el barco y lo hunde, y comienza la última parte de la película, “La Isla”.

Como consecuencia del naufragio sobreviven muy pocos en una isla aparentemente misteriosa. El grupo está integrado por la pareja de modelos, Dimitri, el americano rico, Paula, uno de los piratas y Abigail (Dolly de Leon), integrante del personal de limpieza.

En la isla se da un cambio radical en las relaciones de poder. Abigail se da cuenta que es la única con capacidad de garantizar la sobrevivencia del grupo, sabe pescar, encender fuego, cocinar los alimentos. Los demás no tienen ninguna de esas habilidades, entienden que no tienen opción y se someten a las nuevas normas que ordena Abigaíl, entre ellas que Carl sea de ahora en adelante su compañero sexual.

Al final Yaya y Abigaíl descubrirán que en realidad la isla forma parte de un resort de lujo, pero Abigaíl no renunciará al poder que ha aprendido a disfrutar.

imagen 4-550.jpg

El director Ruben Östlund, no se propone encriptar el mensaje que quiere transmitir con la película, por el contrario, nos presenta una narrativa donde todo es sencillo, directo y transparente.

Sus dardos van dirigidos al centro de lo que constituye nuestro mundo de vida, el dinero como centro de la existencia, el poder ilimitado y arbitrario, el maridaje entre banalidad y tecnología. No se salvan de su cuestionamiento ni siquiera cierta tendencia a actuar con moderación y pensando en los sentimientos ajenos. Aquí la empatía es algo que brilla por su ausencia.

Esta crítica corrosiva nos deja una galería de personajes que bien podrían ser partidarios del lema “sálvese quien pueda”. Cada quien anda pendiente de sus propios asuntos, atendiendo a las oportunidades del momento, no hay que esperar de ellos acciones nobles, loables o solidarias.

Pero la desesperanza no es total. El director nos deja en el personaje de Paula a una mujer responsable y con un fuerte compromiso con su deber, que no es otro sino velar por el bienestar de los pasajeros. Hasta el último momento Paula se mantiene fiel a esos principios.

asteriscos.png

En el apartado técnico la película está muy bien lograda, la banda sonora y la fotografía recrean perfectamente las atmósferas necesarias para cada momento de la trama.

Las actuaciones son de primera. A mí me gustaron mucho las de Harris Dickinson, Zlatko Burić, y la de la filipina Dolly de Leon, esa metamorfosis que sufre en el último acto al pasar de ser una mujer del servicio a una déspota controladora es memorable. Woody Harrelson aprovecha los pocos minutos de su participación para dejar una interpretación excelente.

La película me pareció muy buena, incluso creo que admite más de un visionado. Se las recomiendo.

Hasta ahora he visto tres de las que están nominadas a mejor película para los Oscar 2023, “Triangle of Sadness” no la tiene fácil pero el hecho de estar entre los nominados ya es un gran logro para el sueco Ruben Östlund.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II III IV

cinti 800x20.jpg

TITULO INGLES.jpg

The triangle of sadness is that part between the eyebrows where wrinkles mark the traces of the passage of time. For some it is uncomfortable to have them and even a source of shame, so they resort to the aesthetic surgery of our time to get rid of them.

Triangle, sadness and shame are ideas present in the new film "Triangle of Sadness" (2022), by Swedish director Ruben Östlund. With this film he won his second Palme d'Or at the Cannes Film Festival, a merit that very few directors have to their credit.

The film is structured in three parts, and we could well say that it is a dramatic comedy, where a very corrosive irony runs through the whole story.

In the first part we are introduced to Yaya (Charlbi Dean) and Carl (Harris Dickinson), two young and talented models from prestigious international agencies. The two have a somewhat conflicted relationship because of their different perspectives on how a couple should be.

Carl expects them to have an equal relationship in which they both share equally in such everyday matters as joint expenses; deep down he feels at a disadvantage because the modeling profession is the only one where women's income far exceeds that of men, but also, Yaya is a big influencer who is always present on the small screens.

Yaya has a more conservative view, she thinks that it is up to the man to take care of her and help her, especially if there are plans to have children. She hopes that at some point she will be able to find a man willing to take care of her while she raises the children.

imagen2-550.jpg

Already in this first part we begin to witness the provocative, critical and satirical character of the film. The male models have to patiently accept the mistreatment and caprice of their bosses. The fashion shows take place against the backdrop of clichés and slogans typical of our times: "We are all equal..." "Act now..." "Love now..."

While the young model couple discusses the direction of their relationship, a fade to black leads us to the second part, "The Yacht".

Yaya and Carl have won a ticket to an exclusive cruise where several millionaires are on board.

The boat is gigantic and yet the camera will always show us very few people: an elderly couple, owners of an arms manufacturing company, who nostalgically recall the happy times when no one cared about establishing regulations; those were times when only the efficiency of the merchandise mattered, that the weapons showed signs of their lethality. This The couple complains that regulations now limit the development of weapons with greater destructive power.

Also traveling on the cruise ship is a Russian family in which their boss, Dimitri (Zlatko Burić), has no problem declaring to the four winds that he is the king of "shit", since he has become a millionaire in the fertilizer business. He is one of the nouveau riche that emerged after the dissolution of socialism. Dimitri's wife is so conscious of the power her position gives her that she has no scruples about giving free rein to her whims, which are indulged by the crew of the cruise ship.

Another character is an American who has made his fortune in businesses linked to technology.

This entire group sails on a ship where their alcoholic captain (Woody Harrelson) is never seen. Most of the decisions are made by his first mate and especially Paula (Vicki Berlin), a kind of security officer of the ship.

The captain's only appearance is at the welcome dinner, in the midst of a raging storm that upsets the stomachs of the travelers.

imagen3-550.jpg

Scenes showing passengers vomiting will be repeated for many minutes of the film. Some people have said that these sequences are excessive and that the director resorted to them as a cheap device to antagonize the viewers. They didn't seem out of place to me.

But while the crew is engaged in dealing with the disaster caused by the passengers in this distressing trance, Dimitri and the captain engage in a kind of counterpoint where they are dropping quotes from authors defenders and detractors of capitalism.

This discussion is heard by everyone on the ship, because Dimitri has left the internal communication microphone open for fun.

The manual and dogmatic tone of this conversation may be new to the new generations. But it was very familiar to me and reminded me of the many times I have heard similar speeches.

Once the storm is over, a band of pirates attacks the ship and sinks it, and the last part of the film, "The Island", begins.

As a consequence of the shipwreck very few survive on a seemingly mysterious island. The group consists of the model couple; Dimitri; the rich American; Paula; one of the pirates and Abigail (Dolly de Leon), a member of the cleaning staff.

On the island there is a radical shift in power relations. Abigail realizes that she is the only one capable of guaranteeing the survival of the group, she knows how to fish, light fires, cook food. The others do not have They understand that they have no choice and submit to the new rules that Abigaíl orders, among them that Carl will be their sexual partner from now on.

In the end Yaya and Abigail will discover that the island is actually part of a luxury resort, but Abigail will not give up the power she has learned to enjoy.

imagen 4-550.jpg

The director, Ruben Östlund, does not intend to encrypt the message he wants to convey with the film, on the contrary, he presents us with a narrative where everything is simple, direct and transparent.

His darts are directed at the center of what constitutes our world of life, money as the center of existence, unlimited and arbitrary power, the marriage between banality and technology. Not even a certain tendency to act with moderation and thinking about the feelings of others is spared from their questioning. Here empathy is conspicuous by its absence.

This corrosive criticism leaves us with a gallery of characters that could well be supporters of the motto "every man for himself". Everyone is minding their own business, attending to the opportunities of the moment, and no noble, praiseworthy or solidary actions are to be expected from them.

But hopelessness is not total. The director leaves us in the character of Paula a responsible woman with a strong commitment to her duty, which is none other than to watch over the welfare of the passengers. Until the last moment Paula remains faithful to these principles.

asteriscos.png

On the technical side, the film is very well made, the soundtrack and photography perfectly recreate the necessary atmospheres for each moment of the plot.

The performances are top notch. I really liked those of Harris Dickinson, Zlatko Burić, and that of the Filipina Dolly de Leon, that metamorphosis she undergoes in the last act as she goes from being a service woman to a controlling despot is memorable. Woody Harrelson takes advantage of the few minutes of his participation to give an excellent performance.

I thought the film was very good, I even think it admits more than one viewing.

So far I have seen three of those nominated for best picture for the Oscars 2023, "Triangle of Sadness" does not have it easy but the fact of being among the nominees is already a great achievement for the Swedish Ruben Östlund.

Thank you for your time.

Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)

separador verde.jpg

Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.

Hasta una próxima entrega. Gracias.


MARCA LIBRO POSTALdef-sombra-m.jpg

Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.




separador verde.jpg

banner delfin cumpleaños 4.png

separador verde.jpg
logo holos1.jpg



logo ser emprendedor.jpg

Comunidad Be Entrepreneur
separador verde.jpg












Sort:  

Gracias por la recomendacion amigo @irvinc parece buena. La voy a buscar para verla.
Un abrazo amigo

Es una buena película, creo que te puede gustar, ojalá la puedas ver. Gracias por pasar y comentar querida @mafalda2018. Un fuerte abrazo desde Maracay.

Yo creo que "la escena de los vomitos" es lo mejor junto con la discusión de dos personas privilegiadas defendiendo sus opiniones sobre el capitalismo y socialismo/comunismo.

Cuando hice mi reseña no hice referencia al tercer acto del film el cual fue el que más me gustó por todo lo que trata; es parte de la historia hace clara referencia a lo embriagante del poder.

Me sorprendió mucho esa película, me reí bastante.

El tercer acto es muy bueno, desenmascara las buenas intenciones. Parece que cualquiera se puede aprovechar del otro si tiene la oportunidad. A mí me gustó mucho las conversaciones de Carl y Yaya al principio y luego las del capitán y Dimitri. Muchas gracias por pasar y comentar estimado @nameless16. Un fuerte abrazo.

Hola @irvinc, gracias por tu reseña, también me pareció una buena película, y concuerdo que la escena de los vómitos no estuvo fuera de lugar, esa escena en donde se discuten el capitán con otro de los pasajeros en medio de esa cascada de vómitos me pareció muy buena (a pesar de que soy de estomago débil en ese sentido).

La sección de la supervivencia me pareció muy buena como se cambian los roles y el poder pasa a manos de otra persona que lo utiliza para satisfacerse, otro punto interesante es el final de libre interpretación, ¿muere o no muere?.

Un gran saludo amigo

En general la película tiene muy buenos momentos, hay diálogos que dan para pensar. Cada parte tiene su encanto. Muchas gracias por pasar y comentar estimado @joheredia21. Un fuerte abrazo desde Maracay.

De las 10 películas nominadas al Oscar a Mejor Película, he visto nueve. Sólo me falta esta (espero verla esta noche y reseñarla el jueves), pero de tu reseña se desprenda una película entretenida, con pasajes divertidos, reflexivos, y mordaces que sin duda podré disfrutar. Me gusta que además de la trama hables de los personajes y de algunos aspectos técnicos (fotografía, banda sonora) porque así la apreciación es más completa.

Muchas gracias por compartir tu reseña y espero que puedas ver la gala de los Oscars el domingo y ver quien se lleva la estatuilla. Saludos @irvinc un abrazo.

Seguro que te gusta, tiene excelentes diálogos, buenas interpretaciones y una gran ironía. Muchas gracias por pasar y comentar querido @cristiancaicedo. Un fuerte abrazo desde Maracay.